Mejorar el rendimiento:Algunos suplementos pueden aumentar la fuerza, la resistencia, la velocidad o la potencia.
Acelerar la recuperación:Suplementos como las proteínas y los aminoácidos pueden ayudar a reparar tejidos musculares dañados después del entrenamiento.
Cubrir necesidades nutricionales:En algunos casos, los suplementos pueden ayudar a asegurar una ingesta adecuada de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, especialmente si la dieta no cubre todas las necesidades.
Optimizar la hidratación:Algunos suplementos, como las bebidas isotónicas, pueden ayudar a mantener la hidratación durante y después del ejercicio, especialmente en climas cálidos o durante actividades de larga duración.
Controlar el peso:Algunos suplementos, como los que contienen cafeína o té verde, pueden ayudar a acelerar el metabolismo y facilitar la pérdida de peso.
Proteger las articulaciones:Algunos suplementos, como los que contienen glucosamina y condroitín, pueden ayudar a proteger las articulaciones durante la actividad física intensa.